Porque elegir una carrera no es solo pensar el futuro. Es también mirar la historia, los mandatos, los deseos y las dudas.
La orientación vocacional no es un test que te dice qué estudiar. Es un proceso de escucha, reflexión y acompañamiento para poder pensar tu elección desde vos.
No se trata solo de elegir una carrera, sino de entender qué lugar querés ocupar, qué te conmueve, qué te mueve y qué te frena.
Personas que están terminando el secundario y no saben qué hacer
Estudiantes que dudan de su carrera actual
Jóvenes que sienten que “nada los entusiasma”
Quienes sienten presión familiar, confusión o angustia frente a la elección
Mi nombre es Sofía Odda, soy psicóloga clínica, especializada en adolescencias, juventudes y orientación vocacional con perspectiva psicoanalítica. Me formé en el acompañamiento de procesos subjetivos complejos, en espacios donde el deseo se confunde con el mandato, y donde las elecciones muchas veces se vuelven fuente de angustia.
Trabajo desde una mirada que no busca “encasillar” a nadie en una carrera ni brindar fórmulas mágicas. Lo que propongo es un espacio para escuchar las preguntas que aparecen cuando hay que decidir:
¿Qué quiero hacer?
¿Qué pasa si me equivoco?
¿Esto lo elijo yo o lo esperan de mí?
¿Y si no me gusta nada?
A lo largo de los años, acompañé a jóvenes que estaban por terminar el colegio, a estudiantes universitarios en crisis con su carrera, y también a personas que no sabían cómo empezar de nuevo. En todos los casos, confirmé que elegir no es solo una cuestión académica, sino profundamente emocional.
Desde mi marca Habitarse, creo talleres, recursos, espacios de escucha y reflexión donde lo que (te) pasa tiene lugar. Porque elegir también es habitarse, poner el cuerpo, la duda, el miedo y el deseo en juego.
“Estaba cursando algo que no me convencía. Pensé que el problema era mío. En las sesiones entendí que tenía derecho a revisar mi elección, y que elegir también es equivocarse, cambiar, volver a empezar.”
“El taller me hizo sentir acompañada. Escuchar a otros con mis mismas dudas me alivió. Me fui con preguntas nuevas, pero con menos angustia.”
“Sofi me ayudó a bajar el nivel de exigencia que tenía conmigo. Estaba eligiendo para complacer a mi familia. Hoy estoy estudiando algo que realmente me interesa, y aunque da miedo, me siento más conectada conmigo.”
No. No necesitás tener nada resuelto. Este espacio es justamente para pensar lo que te pasa frente a la elección, aunque estés perdido, confundido o sin ganas.
El taller es un espacio compartido, donde la experiencia grupal potencia la reflexión. La modalidad individual es más personalizada, ideal si querés trabajar temas más íntimos o complejos. Ambos espacios tienen la misma profundidad clínica.
Podemos usar herramientas proyectivas o actividades exploratorias, pero no trabajamos desde tests que “te dicen qué tenés que estudiar”. No creemos en respuestas cerradas, sino en procesos que abren preguntas.
Sí. Podés empezar por el taller y, si después querés seguir en formato individual, lo coordinamos. Muchas personas lo hacen así.
Sí. El espacio es también para quienes están transitando una elección que ya no les cierra, o sienten que quieren repensar su camino. No importa la edad ni el momento.
Depende de tu recorrido. Hay personas que hacen 4 encuentros y otras que necesitan 6 u 8. Lo vamos decidiendo juntos según cómo te vayas sintiendo.
No hay una única forma de decidir, pero sí hay formas de sentirte más acompañado, menos exigido y más conectado con lo que te pasa.
Tanto si querés sumarte al taller grupal, como si preferís un proceso individual, podés escribirme y te cuento cuál es la mejor opción para vos.